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Calidad de Vida de las Personas Mayores después del estallido social

A lo largo del transcurso de las distintas versiones de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez UC–Caja Los Andes, los indicadores utilizados para caracterizar las condiciones de vida y bienestar subjetivo de la población mayor en Chile, mostraban una tendencia permanente al alza.

No obstante, el descontento social que dio pie al estallido del 18 de octubre, también tuvo un impacto en la percepción y valoración de la calidad de vida de las personas mayores, profundizando el debate sobre cuáles son las nuevas condiciones que el país debiera proporcionar para asegurar un buen envejecer para todos y todas.

En este contexto, las cifras recogidas en esta quinta versión de la encuesta muestran un retroceso en comparación a las versiones anteriores en algunos temas claves. Es así como, en primer lugar, si bien la percepción de satisfacción con la vida es aún elevada (67%), cae en relación al año 2016 (72%).

Asimismo, las necesidades económicas de recreación y de salud continúan siendo las menos satisfechas, ya que disminuyeron aún más su nivel de satisfacción tras el estallido social. En línea con esto, la percepción que el ingreso le alcanza para satisfacer las necesidades, baja del 76% en 2016 a un 68% en 2019, a la vez que aumentan los plazos vencidos en tarjetas de crédito o de
establecimientos comerciales y los préstamos de bancos u otras entidades financieras.

Con respecto a las preocupaciones, tener que depender de otro y enfermarse gravemente siguen concitando los niveles más altos, pero aumenta la preocupación por la enfermedad propia y la de quedarse sin ingresos suficientes.

En materia de salud, empeora la percepción de esta en el año 2019 respecto del 2016, aunque es mejor en comparación con los años anteriores al 2016. Situación similar sucede con la sintomatología depresiva, cuyos síntomas aumentaron respecto de 2016, pero son menores que los observados anteriormente. La percepción de soledad, también experimentó un leve incremento.

Varias actividades se resintieron el año 2019, tanto las que se realizan dentro de los domicilios (leer, escuchar radio, ver televisión, pasatiempos), como afuera (talleres, actividades religiosas, visitas). La participación en cualquier tipo de organización social también descendió.

Por último, la sensación de maltrato también ha ido en aumento, especialmente en los servicios públicos y en los establecimientos de salud (donde un tercio ha sentido un trato injusto).