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Condiciones de Salud

Como se señaló, casi la mitad de los mayores percibe su salud como buena y la otra mitad como regular o mala, siendo las mujeres y las personas con menor nivel educativo quienes se autoperciben con peores condiciones de salud. En cuanto a la percepción de la propia salud comparada con otras personas de la misma edad, la mitad se siente mejor que los otros, apreciándose nuevamente diferencias por educación.

Se mantiene la presión alta o hipertensión, el colesterol alto y la diabetes como los principales problemas de salud de las personas mayores. Destaca en esta versión además que un 20% señala tener depresión durante el último año.

Los problemas de salud más frecuentes siguen siendo los dolores de espalda, rodillas, caderas o articulaciones (62%). Le siguen los dolores de cabeza, la falta de ánimo y las piernas hinchadas con alrededor de un tercio. De igual forma, la mitad de las personas señaló tener algún dolor que le ha dificultado sus actividades cotidianas.

En cuanto a los hábitos alimenticios, la ingesta nutricional es relativamente buena, pero cerca de un 30% todavía sigue consumiendo azúcar y sal en exceso. Asimismo, en relación a la realización de actividad física , esta sigue siendo baja, aunque la mayoría dice caminar algunas cuadras al día.

En esta quinta versión de la Encuesta, se incluyeron por primera vez preguntas sobre salud dental, evidenciando que 1 de cada 5 personas mayores se ha sentido muchas veces o siempre incómodo por la apariencia de sus dientes, o le han incomodado sus dientes o prótesis cuando come. Más de la mitad de las personas mayores no asiste con regularidad al dentista. Nuevamente, estas cifras son peores en el caso de las personas con menores niveles educativos.

También se incluyeron preguntas nuevas sobre cuidados paliativos y el buen morir. En general, frente a una enfermedad grave, las personas expresan su voluntad de conocer la verdad y que se les informe directamente a ellos. También poco más de la mitad preferiría que le consulten directamente sobre las alternativas de tratamiento de una enfermedad. Un 78% preferiría morir en su casa si tuviese una enfermedad muy grave, pero a su vez, el 71% preferiría no ser una carga para su familia.

Poco más de la mitad de las personas mayores no ha conversado con su familiar acerca de estas decisiones frente a una enfermedad grave.